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Saludos. Espero que hayas leído la entrada anterior, así podrás ver esta con mayor profundidad. El tema actual es el Poder; pero no hablo de política ni de religión o videojuegos, hablo de algo mucho más mundano, algo más común que reside en la cabeza de todos y oscurece los corazones de quienes lo poseen. En una entrada anterior, hablé sobre la idolatría, una actitud bastante necia de muchas personas que se obsesionan por otra persona y la tratan como si estuviese por encima de sus cabezas.
Ahora hablo de lo inverso, la necesidad de las personas por generarse súbditos, individuos que estén a su disposición, gente que les brinde amor eterno e incondicional. Imagina un grupo de amigos que deciden formar una banda, cuando comienzan a volverse populares entre sus amigos, muchas veces surgen problemas entre ellos, debido a que el vocalista o guitarrista principal acapara mucha atención a comparación del resto. Están actuando políticamente, pelean por el poder, todos lo quieren porque lo conocen, pero el que tiene más es el que domina, por eso surgen conflictos, nadie es capaz de aceptar que son lo mismo porque son la banda.
Si llevamos esto a un nivel más profundo, se puede observar que una vez que se conoce el poder, se desea más. El poder viene en presentaciones distintas para distintas personas. Algunos ven en el alcohol el poder para actuar en público y liberarse de inhibiciones (las cuales no son sólo miedos, sino prejuicios, cargas emocionales, etc.); otros ven en el dinero la capacidad para controlar a todo aquel que se le ponga en frente y como una gran herramienta para defenderse ante la adversidad.
Teóricamente esas actitudes no son necesariamente negativas, quizá de forma controlada, equilibrada y pacífica sean hasta positivas; sin embargo, la realidad nos demuestra que sólo llevan a posiciones enfermizas a aquellos que conformamos la sociedad común, las personas normales sin habilidades innatas para llevar la vida en armonía (que seguramente será menos del 1% de la población: si al leer esto aprendes o descubres algo, no lo eres).
Esto trae conflictos grandes para las mentes revolucionarias que siempre quieren algo nuevo. El estar probando cosas es peligroso cuando no se es fuerte. En la adolescencia se presenta mucho esta actitud frente a la vida: el placer por probar lo nuevo. El problema va en que en esa etapa, fortaleza no es una palabra conocida, más bien lo es «formación», y cuando una persona se está formando como tal, lo último que debe buscar son desviaciones que arruinen su vida; curiosamente es lo que más buscamos.
Varias veces he escuchado que lo prohibido es lo más placentero o lo que más se busca; pero eso no es necesariamente cierto. En realidad, cualquiera podría gozar de un día lluvioso desde la ventana, un amanecer con alguien a quien se ama, hasta un vaso con agua en tiempos de calor; todo eso está permitido. Pero como lo haces a diario y te parece rutinario y futil, lo consideras algo simple. En la actualidad, lo simple NO está de moda, lo simple es banal, y lo banal es para los inadaptados. Los resultados muestran que lo simple es más profundo de lo que tu ves, que lo banal es aquello que haces todos los días sin sentido y que los inadaptados son los que no logran conseguir el equilibrio consigo mismos.
¡Oh, Dios! La tele te ha convencido de lo contrario a la realidad. Los medios te muestran lo que les conviene que veas. Como lo bueno no vende y lo malo se controla, prefieren hacer que tu vida sea una ruina mientras ellos hacen lo mismo con la suya, pero bajo la ilusión de la felicidad. Si te has dado cuenta !qué padre!; si no, ponte a ver comerciales de información que cura con la grandiosa Lolita Ayala, que sólo busca tu bienestar y tu salud!
Tampoco se trata de llevar una vida paranoica como muchos activistas y demás que diariamente usan la palabra «sistema» más de 10 veces para referirse a una masa imposible de remover que nos controla y demás. No; no gastes tu vida en intentar cambiar algo que tú mismo consideras imposible de cambiar; no te des de topes contra la pared esperando que se rompa antes de quedes loco o p****jo.
Hay que asimilar estas cosas con bastante paciencia; buscar equilibrar el asunto antes de precipitarse y vender el televisor. Si has podido vivir hasta ahora sin haber visualizado estas opciones significa que no te matan; simplemente son situaciones peligrosas que debes ser capaz de manejar. Si siendo débil sigues vivo e íntegro, aprovecha que la fortaleza te llama y empieza a cambiar antes de que mueras.
Acepta que llevaste tus 18, 20, 35, etc años de vida basados en un error y que siempre estuviste mal. ¿Te parece doloroso? Entonces eres patético. No es la gran cosa, sólo es que había un millón de personas intentando engañarte y pues… no pudiste contra ellas. ¿Débil?… !No! Eres hasta más fuerte por haber soportado un peso tan grande (carga publicitaria, inconsciente colectivo, bullying, represión, exclusión…….. lo que sea!) y seguir con vida; no te has suicidado, no te has entregado al cien por ciento a los vicios, no has perdido la cabeza, no dejas de ser tú. Claro, si aún sabiendo las consecuencias, decides seguir golpeando la pared con tu enrojecida frente, no llores cuando empiece a salirte sangre y no recuerdes por qué empezaste a hacerlo: La fortaleza va desde que empiezas a joder, hasta que ya te están jodiendo a tí.
Esa será mi cita textual para mi biografía xD. En realidad sólo te quiero hacer ver que si la regaste y te has dado cuenta no te pongas a silbar mientras ves a otro lado, acéptalo, que no es gran cosa y te ayudará a hacer cosas más divertidas y productivas; serás más feliz. Y bueno………. me sobrecargué con esta entrada. Me pidieron un tema: «Las cosas vistas desde la perspectiva de otras personas», creo que esto lo cubre aunque sea un poco, si no me dices y le intento en la siguiente entrada. Te mando un saludote y ya vete a dar un baño que la cabeza te va a estallar!
AVISO: Si eres mi familiar y estás por leer esto, ni empieces a defenderte cuando llegues a algo que no te parece; acepta esto como mi punto de vista, no como un juicio irrefutable por parte de Dios; ya que muchas veces terminan (los adultos sobre todo) por molestarse o algo así como si fuera algo malo o negativo opinar. Sea cual sea el caso, sólo relájate y, si crees que no te va a gustar, mejor deja de leer. Gracias familia, los amo xD
Algo por lo que me he caracterizado, quizá, toda la vida; es por encontrar relaciones entre la apariencia de las personas y posibles estereotipos que se les puedan ajustar. Normalmente esto no tiene mucho de malo, pero la soberbia logra efectos negativos en mi actitud, tiendo a juzgar a otros sin siquiera conocerles. Sin embargo, hay muchas como «corazonadas» que tienen efectos más profundos que una simple relación de apariencia; es más que una imagen, es todo un conjunto de signos que, mezclados, dan origen a un todo. Generalmente es la cara, lo que me genera esas corazonadas relacionadas, muy probablemente, con la intuición; por eso me gustaría llamarles «rostros característicos».
Para explicarme mejor, daré un ejemplo que he notado ya en tres personas, mejor dicho, niños. Hay una cierta apariencia que he identificado en 2 primos y un muchacho que vive por aquí bastante similar entre todos. Lo primero que me viene a la mente, es una vida difícil. La cara me inspira algo de tristeza, soledad, aislamiento. La mirada habla más que cualquier otro factor y casi siempre es profunda, misteriosa. Es raro verles reír en serio, sus ojos generalmente se pierden en el vacío y evitan ver rostros, sólo se figuran siluetas.
Uno de mis primos, René, ha llevado una vida difícil a causa de problemas en la familia (sus padres, de hecho). A diferencia de su hermano (que simplemente evade todo problema y se encierra en una fantasía generada en su cabeza), ha decidido sobrevivir a la carga, soportándola. Es decir que, en lugar de hacerse a un lado y dejar que el peso caiga (como su hermano) fingiendo que no está ahí; decide quedarse quieto y aguantarlo de golpe. Esto ha generado un niño bastante nervioso, preocupón y miedoso; pero también bastante hábil y manipulador… Teniendo que lidiar con tantos problemas, le parece fácil ver a otros hacia abajo, son predecibles para él, lo que ellos sienten, él lo conoce a la perfección. Su madurez se disparó; el problema es que no está bien enfocada todavía.
Otro de mis primos, Yan, ha sido elevado y colocado sobre un altar por toda la familia. Ya le están entregando la herencia de la inteligencia. Ha sido tal su actitud hacia él, que terminó por creérsela. Su actitud frente a la vida siempre ha sido bastante objetiva, busca ver las cosas tal cual son, le gusta observar el mundo y conocerlo. Esto siempre fomenta la cultura, el crecimiento; si a esto le sumamos las dosis de ego que le ha suministrado la familia, es fácil pensar que tendrá éxito rotundo en su búsqueda incansable de crecer: no tiene de otra, no puede fallar.
Finalmente, el muchacho que conocí hace poco (hijo de la amiga de mi abuela), Fernando. De él no sé mucho, sólo un poco de entre los cientos de chismes que trae diariamente mi abuela de toda la vecindad, pero no necesitaba saber demasiado. Su mirada era perspicaz, sólida, contundente. Si lo que me cuenta mi abuela es cierto; tener que someterse a servir a su madre, teniendo un padre alcohólico (pero gacho…) y soportando varios sueños sin cumplir (como tener una computadora), ha generado un niño bastante fuerte, con una forma de llevar la vida que consta más de soportar que de disfrutar, un pícaro de aquéllas novelas como la de El Periquillo Sarniento; que buscará llevar su vida por llevarla, sin un objetivo real más que el de sobrevivir y, quizá, ser feliz; lo más que se pueda.
Esos son mis tres ejemplos. Cuando comparo el análisis que les hice con la corazonada que tuve cuando me percaté de esos rostros característicos; me doy cuenta de que son bastante similares. Un niño que está sufriendo, pero que, en lugar de lamentarse o volverse un rebelde en contra de la vida y el mundo; ha decidido ser infeliz con tal de superar todos esos problemas. René, soportando a su madre manipuladora y su padre codependiente; Yan, cargando con el peso de ser el genio de la familia a pesar de su corta edad (además de cierto abandono de parte de su padre), y Fernando, trabajando ya desde pequeño, teniendo sus sueños quebrantados y un padre alcohólico (que por sí sólo ya es una cantidad de problemas enorme).
Quizá más adelante te mencione más de esos rostros característicos que he hallado en las personas con que me cruzo. Elegí estos porque me parecen bastante relevantes; me siento identificado con este rostro característico. Por supuesto que no es el único. Podría aclarar que no busco hacer un estereotipo de esto, ni arquetipos ni ningún -tipo; sólo sirve como una guía para conocer, de forma más profunda, a un individuo. Otra cosa que aclaro es que no podrían ser ni estereotipos ni arquetipos ni nada por el estilo, porque no son guiados por la razón, sino por la intuición (que son opuestas).
Si tú has encontrado algún rostro característico o te sientes identificado con alguno coméntalo, será una gran retroalimentación. También me puedes enviar por correo cualquier cosa que no te gustaría poner en público a gibalgo@gmail.com. Espero que te haya gustado la entrada y te haya puesto a pensar un poco. Disfruta la vida!