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Saludos! Hace una semana y un par de días terminamos con todo el embrollo de los bloqueos de la capacidad de las personas. Fue un tema extenso y bastante revuelto, muy complicado en realidad; pero ahora pasamos con algo más sencillito, o al menos que parece más fácil.  Vivimos rodeados de personas, entre tantos, al menos convivimos con una persona, poco a poco conocemos más y más a otros individuos y tarde que temprano llega una especie de asociación, se unen dos personas y forman un grupo, una sociedad.

Los grupos entre personas tienen lazos distintos: trabajo, escuela, amistades, familia… Este último es el primer grupo social que puede existir en la vida de un ser humano, la familia… la dichosa familia! Y es que ocurre que los lazos sanguíneos son los más importantes que llegamos a formar en nuestras vidas, porque no se destruyen por más corroídos que estén y siempre nos persiguen a todos lados, empezando porque llevamos los apellidos de nuestros progenitores.

Ni siquiera al nacer, sino antes de haber aparecido en el ambiente atmosférico ya pertenecemos a una sociedad. Para muchos esto es lo más maligno que puede existir, para otros, una fortuna; en fin, es una maldición y una bendición al mismo tiempo. La familia no se escoge, ni ella te escoge a tí; a veces eres la oveja negra, otras eres la única oveja blanca; estos grupos son muy variados aún cuando heredan muchas características similares entre ellos. La familia es el grupo social más grande que existe, porque nos reúne a todos como seres humanos, sólo que con lazos cada vez más débiles conforme se asciende en los árboles genealógicos.

La familia… es un tema difícil. Quizá te parezca algo bastante sencillo: es el grupo de personas que comparten lazos sanguíneos, casa, dinero, genes, auto, baño, secretos, parentesco, amistades, fiestas, alegrías, tristezas, dolor, muerte, nacimientos…… Dios, ya no es tan fácil!… La verdad es que hablar sobre la familia es doloroso si se va en serio, por eso solemos platicar las cosas bonitas… «es que mis papás son médicos y salieron de la UNAM»… ahaaa pero no cuento que se divorciaron, que a mi papá ni lo veo por su trabajo, que mi mamá estuvo desempleada por mucho tiempo……. ah caray, las cosas dejan de ser hermosas de pronto, se vuelven reales.

La verdad que predomina en la familia es que siempre es más defectuosa que perfecta, por eso mejor ocultamos el pasado y avanzamos hacia el presente. Si te pones a platicar sobre tus parientes, la gente de nariz levantada (los fresas, los creiditos….) te dirá «Ayh! qué horror, tienes una familia de locos». La gente alzada cree que fue parida por Dios, se les olvida que su familia está tan madreada como la tuya o más.

En todas las familias hay secretos, de esos que se ocultan para mantener una especie de falso prestigio; probablemente por querer resaltar como un buen grupo dentro de la gran sociedad; sin embargo, guardar esos secretos sólo ha generado delincuentes, enfermos, suicidios y otros problemas sin resolver a lo largo del tiempo. La violencia intrafamiliar es un ejemplo muy común, pues muchas veces las mujeres sumisas y anticuadas prefieren que se las madreen a denunciar a su esposo y que la vecina chismosa le ponga cara fea. Así de absurdas son las familias, ASÍ!

Lee esto con todo tu empeño, usa toda tu energía para que en lugar de pensar «oh… así son las familias», digas «ASÍ ES MI FAMILIA!». No existe una familia perfecta en la que no haya existido al menos un problema, quizá no violencia, pero pudiera ser un cáncer o brujería o que se hayan tirado un pedo en una fiesta, cualquier cosa.

Los protagonistas de la familia son siempre los jóvenes, porque son inexpertos y muchas veces sienten que no pertenecen a ella; buscan la independencia, se rebelan; detestan admitir que su familia es tan diferente de sus amistades baratas de la secundaria. Sin embargo, conforme crecen se adaptan a ella, van aceptándola y maduran hasta volverse uno más, mientras otros jóvenes van ocupando su lugar; es como un ciclo familiar. Los adultos sólo pueden contener, cuidar y tolerar a los más chicos, mientras que los más grandes sirven de guías del grupo.

Esa idea suena muy bonita, como una novela antigua. Desafortunadamente, la realidad es otra. La realidad es muy dura y fría, más difícil de creer que esa hermosa fantasía teórica. Mira a tu alrededor, no veas el pasto, no busques entre tus compañeros, fíjate en lo que traes en casa, tu familia, esos a los que ni pelas porque sientes que están ahí sin razón, esos con los que dejas de fraternizar porque al verlos diario los tomas por absolutos. Fíjate bien, encontrarás cosas que ni te imaginabas. El crecimiento no empieza afuera, en la tele o en feisbuk; empieza adentro, en tu casita, en donde creías tener todo asegurado…

Hasta aquí la entrada introductoria a toda una nueva saga de este laborioso blog. No dejes de visitar el grupo de facebook, de publicar en tu muro el link de la entrada y de pasar la voz de este espacio a otras personas para que lo conozcan! Pronto liberaré en youtube, también, el primer video oficial del VideoBlog de La Vista Desde el Cielo. Espero que hayas disfrutado leer todo este embrollo y que continúes pasándote por aquí. Te mando un gran saludo y un abrazote!

Saludos. Espero que hayas leído la entrada anterior, así podrás ver esta con mayor profundidad. El tema actual es el Poder; pero no hablo de política ni de religión o videojuegos, hablo de algo mucho más mundano, algo más común que reside en la cabeza de todos y oscurece los corazones de quienes lo poseen. En una entrada anterior, hablé sobre la idolatría, una actitud bastante necia de muchas personas que se obsesionan por otra persona y la tratan como si estuviese por encima de sus cabezas.

Ahora hablo de lo inverso, la necesidad de las personas por generarse súbditos, individuos que estén a su disposición, gente que les brinde amor eterno e incondicional. Imagina un grupo de amigos que deciden formar una banda, cuando comienzan a volverse populares entre sus amigos, muchas veces surgen problemas entre ellos, debido a que el vocalista o guitarrista principal acapara mucha atención a comparación del resto. Están actuando políticamente, pelean por el poder, todos lo quieren porque lo conocen, pero el que tiene más es el que domina, por eso surgen conflictos, nadie es capaz de aceptar que son lo mismo porque son la banda.

Sí, sí; todos nos dimos cuenta de que eran representaciones de Disney de lo que quiere ver en el pueblo frente a las figuras púb... qué dices?... tiernos?!

Si llevamos esto a un nivel más profundo, se puede observar que una vez que se conoce el poder, se desea más. El poder viene en presentaciones distintas para distintas personas. Algunos ven en el alcohol el poder para actuar en público y liberarse de inhibiciones (las cuales no son sólo miedos, sino prejuicios, cargas emocionales, etc.); otros ven en el dinero la capacidad para controlar a todo aquel que se le ponga en frente y como una gran herramienta para defenderse ante la adversidad.

Teóricamente esas actitudes no son necesariamente negativas, quizá de forma controlada, equilibrada y pacífica sean hasta positivas; sin embargo, la realidad nos demuestra que sólo llevan a posiciones enfermizas a aquellos que conformamos la sociedad común, las personas normales sin habilidades innatas para llevar la vida en armonía (que seguramente será menos del 1% de la población: si al leer esto aprendes o descubres algo, no lo eres).

Esto trae conflictos grandes para las mentes revolucionarias que siempre quieren algo nuevo. El estar probando cosas es peligroso cuando no se es fuerte. En la adolescencia se presenta mucho esta actitud frente a la vida: el placer por probar lo nuevo. El problema va en que en esa etapa, fortaleza no es una palabra conocida, más bien lo es «formación», y cuando una persona se está formando como tal, lo último que debe buscar son desviaciones que arruinen su vida; curiosamente es lo que más buscamos.

No Adán, Dios no conspira en tu contra... hay mil frutas más ricas, de verdad ._.

Varias veces he escuchado que lo prohibido es lo más placentero o lo que más se busca; pero eso no es necesariamente cierto. En realidad, cualquiera podría gozar de un día lluvioso desde la ventana, un amanecer con alguien a quien se ama, hasta un vaso con agua en tiempos de calor; todo eso está permitido. Pero como lo haces a diario y te parece rutinario y futil, lo consideras algo simple. En la actualidad, lo simple NO está de moda, lo simple es banal, y lo banal es para los inadaptados. Los resultados muestran que lo simple es más profundo de lo que tu ves, que lo banal es aquello que haces todos los días sin sentido y que los inadaptados son los que no logran conseguir el equilibrio consigo mismos.

¡Oh, Dios! La tele te ha convencido de lo contrario a la realidad. Los medios te muestran lo que les conviene que veas. Como lo bueno no vende y lo malo se controla, prefieren hacer que tu vida sea una ruina mientras ellos hacen lo mismo con la suya, pero bajo la ilusión de la felicidad. Si te has dado cuenta !qué padre!; si no, ponte a ver comerciales de información que cura con la grandiosa Lolita Ayala, que sólo busca tu bienestar y tu salud!

- "Soy una buena mujer, ahora compra mis medicinas para las hemorroides" - Frases inmortales de Lolita Ayala~

Tampoco se trata de llevar una vida paranoica como muchos activistas y demás que diariamente usan la palabra «sistema» más de 10 veces para referirse a una masa imposible de remover que nos controla y demás. No; no gastes tu vida en intentar cambiar algo que tú mismo consideras imposible de cambiar; no te des de topes contra la pared esperando que se rompa antes de quedes loco o p****jo.

Hay que asimilar estas cosas con bastante paciencia; buscar equilibrar el asunto antes de precipitarse y vender el televisor. Si has podido vivir hasta ahora sin haber visualizado estas opciones significa que no te matan; simplemente son situaciones peligrosas que debes ser capaz de manejar. Si siendo débil sigues vivo e íntegro, aprovecha que la fortaleza te llama y empieza a cambiar antes de que mueras.

...pero hoy hubo tráfico y no llego, por eso tu hijo no le devolvió sus canicas al vecino, lo siento u.u...

Acepta que llevaste tus 18, 20, 35, etc años de vida basados en un error y que siempre estuviste mal. ¿Te parece doloroso? Entonces eres patético. No es la gran cosa, sólo es que había un millón de personas intentando engañarte y pues… no pudiste contra ellas. ¿Débil?… !No! Eres hasta más fuerte por haber soportado un peso tan grande (carga publicitaria, inconsciente colectivo, bullying, represión, exclusión…….. lo que sea!) y seguir con vida; no te has suicidado, no te has entregado al cien por ciento a los vicios, no has perdido la cabeza, no dejas de ser tú. Claro, si aún sabiendo las consecuencias, decides seguir golpeando la pared con tu enrojecida frente, no llores cuando empiece a salirte sangre y no recuerdes por qué empezaste a hacerlo: La fortaleza va desde que empiezas a joder, hasta que ya te están jodiendo a tí.

Esa será mi cita textual para mi biografía xD. En realidad sólo te quiero hacer ver que si la regaste y te has dado cuenta no te pongas a silbar mientras ves a otro lado, acéptalo, que no es gran cosa y te ayudará a hacer cosas más divertidas y productivas; serás más feliz. Y bueno………. me sobrecargué con esta entrada. Me pidieron un tema: «Las cosas vistas desde la perspectiva de otras personas», creo que esto lo cubre aunque sea un poco, si no me dices y le intento en la siguiente entrada. Te mando un saludote y ya vete a dar un baño que la cabeza te va a estallar!

El problema con el alcohol es algo tan complejo, que ya le dedico una segunda parte. Si no has leído la primera puedes dar clic en la imagen para leerla. Esta vez toca hablar sobre los jóvenes. Tal como esperaba ver en la encuesta, fue en la adolescencia en que la mayoría (11 hasta el momento) comenzaron a consumir alcohol. En menor parte en la pubertad (5 hasta ahora) y sólo uno que no había consumido alcohol nunca (yo no me incluí en la encuesta). Sin embargo, es sabido que se inicia a cualquier edad.

La encuesta denota lo que para muchos es bien evidente: los adolescentes son más propensos a caer en problemas de alcoholismo. Aún si no todos los que respondieron la encuesta son alcohólicos, queda claro que por lo menos ya hicieron la prueba. Y es en esa prueba, que muchos caen en el vicio.

Generalmente el adolescente aún no ha trascendido mucho en su visión del mundo, y es por eso que no es capaz de ver cuán peligroso puede ser algo. Esa típica situación de «a mí no me pasa nada, yo todo lo puedo» que ponen en las novelas. Si bien, probar cosas nuevas no es algo malo, existen situaciones y etapas en que probarlas puede desencadenar un futuro deplorable.

Es ahí en donde erramos bastante. Sabemos que probar no es malo, pero no nos damos cuenta de que si somos irresponsables terminaremos mal. El joven que recién entra en el problema del alcoholismo es incapaz de ver que cae en el vicio por varias razones. De las que yo he notado van algunas:

>> El adolescente se siente listo para probar su suerte en el mundo de los adultos. Y es por eso que tienden a imitar a los más grandes. Pensando que es lo correcto. Así, imitamos el alcoholismo de nuestros padres, tíos, amigos de más edad, etc.

>> Los problemas emocionales y espirituales que caracterizan a esta etapa, causan mucha confusión y revuelo en nuestras mentes. Terminamos por buscar una fuga sin darnos cuenta de ello. Es fácil darse cuenta, pero es difícil aceptarlo. Basta con ver a quienes te contaban que tuvieron un problema en casa y al día siguiente o más tarde el mismo día, están pasando un «buen rato con sus amigos» para bajarse el estrés.

>> El ego crece con rudeza en la adolescencia, pues es cuando nos preparamos para vivir solos, para la independencia. Debemos demostrar esa rudeza y fortaleza que nos permitirá crecer separados de nuestras familias. Sin embargo, en ese intento por arreglárnoslas nosotros mismos, caemos en vicios que pensamos fáciles de controlar.

>> Si bien los niveles de trascendencia del individuo crecen con la edad, aún siendo ya casi adultos, no somos capaces de ver más allá de la mayoría de los problemas y sentimos con fuerza que beberemos sólo por gusto, por el buen rato; terminando en un pozo cuyo fondo estaba mucho más lejos de lo que jamás imaginamos.

Y así, una lista más larga… El alcoholismo no frena por varias razones. Primero, puede ser invisible. No nos damos cuenta, vemos a otros vomitando y sabemos que están peor que nosotros; cuando ya vomitamos, vemos a otros besándose con cualquiera y sabemos que están peor; cuando ya hacemos esto, vemos a otros agrediéndose de mil maneras y sabemos que están peor que nosotros. No es sino hasta que ya no nos queda más que ver en los demás, que terminamos por ver cuán alcohólicos somos y hemos sido.

Ya que lo has visto, ahora falta aceptarlo. El ego hará su parte e impondrá esa barrera que hará que lo niegues. Negar con toda firmeza que se es alcohólico. Todo por tal de seguir bebiendo, de «evitar el sufrimiento» que nos causaría darnos cuenta de lo que hemos hecho.

Ya aceptado, terminas por pedir ayuda, porque es sólo hasta entonces que ves que no puedes terminar con el alcoholismo tú solo.

Hay muchos que ni realizan todo ese larguísimo proceso, porque mueren de cirrosis u otra enfermedad, logran dejar de beber sin romper exactamente con el vicio o simplemente porque se estancaron en alguna de las tantas etapas.

Ya la mayoría sabemos que el alcoholismo no se da de un momento a otro en su máxima expresión, sino que se avanza por niveles. En la siguiente entrada daré toque a ello, porque muchos nos basamos también en eso para decir que «no somos alcohólicos», siendo que estamos en un nivel más leve que el que tenemos al lado nada más.

Espero les quede algo en que pensar. Gracias por leer hasta aquí y espero sus comentarios. No olviden responder la encuesta de esta entrada 😛

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